Fijación de precios
El uso del dinero lleva siglos siendo la norma dominante a la hora de realizar un intercambio comercial de bienes y servicios. Sin embargo, la fijación de precios (Pricing) es más que una simple actividad de rutina. De esta actividad depende en gran medida el desempeño de las ventas y en consecuencia, el éxito de la organización involucrada. Incluso junto a la distribución, la promoción y la definición del producto, se considera al pricing como uno de los elementos primordiales del célebre Marketing Mix enunciado por Neil H. Borden en 1964 y que aún se considera vigente.
Aunque el proceso de ponderación del valor de un bien o servicio debe a sus propias realidades, se estima indispensable calibrar varios factores antes de tomar una decisión.
- Conocer el mercado objetivo y medir el
posicionamiento del producto.
- Definir el bien/servicio ofrecido, así como
las estrategias de promoción y distribución.
- Estimar la influencia de los distintos niveles
de demanda posible sobre el precio de venta al público (Curva de la
demanda).
- Calcular el costo total del servicio o
producto ofrecido.
- Considerar el entorno legal y características
de la competencia.
- Determinar el objetivo de la fijación de
precios (atacar a la competencia, maximizar ganancias, estabilizar
mercado).
Los resultados de las estimaciones arriba mencionadas pueden variar, pero una selección acertada se caracteriza por varios aspectos. El primero es satisfacer los objetivos financieros de la organización ofertante. También debe estar en consonancia con los otros elementos del marketing mix y, especialmente, comprobar si el monto fijado es coherente con el mercado, es decir, si los consumidores pagarán el precio. Cuando al menos uno de estos parámetros no se cumple, debe revisarse nuevamente el proceso hasta obtener una opción correcta.
La fijación de precios tiene limitaciones. Las leyes sobre la oferta y la demanda, los costos variables, la política gubernamental y hasta el propio proceso interno de la empresa son algunas de ellas.
Tipos de precios
Con variaciones, según autores e idiomas, a continuación una muestra de las clasificaciones más comunes:
- Precio efectivo: Es el pago final que hace
el comprador después del descuento de promociones y otros incentivos.
- Precio lineal: Se trata del uso de un
número limitado de precios para varios productos.
- Precio a pérdida: Consiste en establecer un
precio bajo los niveles de costo para motivar la adquisición de otros
productos que si tienen un valor de compra adecuado.
- Precio psicológico: Más que en el valor real
producto, está basado en la percepción que tienen los consumidores.
- Precio multidimensional: En lugar de un simple
monto de dinero, esta metodología combina cronogramas de pago y
cancelación de iniciales, entre otras alternativas.
Diferenciales de precios
Existen varios criterios para implementar distintas modalidades de precios en torno a un mismo producto. He aquí algunas:
- Calidad: promedio vs. lujo, bueno vs. mejor.
- Tamaño: tamaño estándar, tamaño familiar,
tamaño económico, tamaño gigante.
- Usos: leche para beber/leche para elaborar yogurt,
teléfonos residenciales/teléfonos de negocios.
- Recarga: horario matinée vs. horario nocturno, montos
especiales para horas pico en gimnasios o canchas deportivas.