El concepto de calidad, hizo que la contabilidad de
costos le diera importancia a los reprocesos que eran necesarios realizar en
los productos o semiproductos que no cumplían con los estándares de producción,
de tal manera que una vez perfeccionados pudieran ser vendidos como artículos
de calidad aceptable.
Lograr una determinada calidad y mantenerla acarrea
costos, y a su vez el no alcanzarla o perderla ocasiona otros. Por lo tanto,
los costos de calidad son desembolsos efectuados por la empresa, relacionados
con la medición de la calidad, los cuales se unen, tanto con los costos
directos de calidad, como con los costos ocultos que se generan para cumplir
con las especificaciones de los productos o servicios ofrecidos a los clientes.
Existen los siguientes costos de calidad: costos
por fallas internas, costos por fallas externas, costos de evaluación y costos
de prevención.
Los costos de la calidad deben ser un elemento integrante de ese sistema de costos, siendo el que brinde la información al Sistema de Calidad. Motivar a la Dirección en la implementación de estos aspectos constituye un punto de partida para alcanzar el éxito en la Gestión de la Calidad Total.